"NO EXISTEN AÑOS BUENOS NI AÑOS MALOS, solo que en algunos se gana y en algunos aprendemos mas" Esta frase, desde que la leí la adopte como mía y mis reflexiones de fin de año las comienzo así. En este año que finaliza creo haber crecido y aprendido lo suficiente. Lo suficiente para cambiar una lágrima por una sonrisa, lo suficiente para cambiar del dolor al perdón, lo suficiente para cambiar, de la bofetada a la caricia, lo suficiente para cambiar de la indiferencia al ser intencional. Sí, este año fueron mas los goles acertados que los errados. Eso a mi humilde punto de vista humano... quizás me quedo corta y seguramente lo haga porque siempre hay cosas - muchas cosas - que mejorar. Como siempre dibujo, la vara del equilibrio se sigue moviendo, y tratando de encontrar su punto medio... hubieron días que nos pasamos de rosca, hubieron días que vivimos "normales", hubieron días que solo pasaron, hubieron días que los disfrutamos, hubieron días que tuvimos que ser intencionales, y otros días dejarlos pasar... ya sea por el cansancio o por enfermedad... o por tristeza. Pero hubieron 365 días que se fueron y quedaron atesorados en algún rincón del corazón. Días completos y días sin terminar... arribos y despedidas... hubo de todo como cualquier año pero este año se vivió!
Nosotros seguimos con nuestras cabezas particulares que no encajan en cualquier lado... seguimos no gustándole a gente por decir ciertas verdades, seguimos marcando la diferencia que no nos permite ser iguales al resto... seguimos animándonos a ser diferentes por mas corrientes nuevas que aparezcan, incluso dentro de nuestro circulo mas cercanos de familia y amigos. Porque estamos convencidos que esta vida se hizo para mas que trabajar, para mas que las 8 hrs, para mas que ir a producir para otro y llegar con el resto, cansados a dormir... estamos convencidos que esta vida se hizo para vivirla a pleno y en abundancia.. y si bien de a ratos caemos en la monotonía de la rutina estrambólica que nos deja estupefactos, no podemos escapar del sistema, pero sí hacemos toda la fuerza para no amoldarnos y expandir la cabeza, a no estancarnos y vivir con propósito la vida con la que fuimos llamados a vivir intencionalmente.
Creo también que cada año que pasa guarda sus lugares oscuros, esos lugares donde APARENTEMENTE está todo bien, pero no, hay un lugarcito oscuro que aún no terminó de sanar, o no completó su ciclo... pequeños lugares de desánimo que enredan y confunden el corazón. Esos que son como nubecitas oscuras que bloquean el sol y proyectan sombras...
Siempre existen discusiones... siempre exite alguna relación incómoda ó algún hijo con comportamiento exigente, o quizás alguna frustración recurrente... Cada año trae un poco de esos lugares oscuros PERO hoy quiero hablar de la luz y no tanto de la oscuridad. La luz que Dios ha traído a estos agujeros negros.
Gran parte de este año luche con lugares oscuros en mi vida y en mi mente. Le pedí a Dios que arrojará luz sobre esa determinada situación... Su voz no fue definitivamente lo que yo esperaba... Solo fue un cambio en mis pensamientos para estar más alineada con la verdad y descubrí que Su luz estaba derrotando mi oscuridad. Pequeños cambios pero podía notar una linda melodía esperanzadora. Yo soy la luz del mundo - dijo Jesús. El que me sigue nunca caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.
Todos los años vivimos pelotazos en contra, pero también vivimos de los buenos momentos y a veces sin darnos cuenta, nos sorprenden, sin planearlos, sin ponerlos en una lista a fin de año... simplemente pasó, y como este año fue bastante intencional no nos perdimos de esos lindos momentos y los aprovechamos y estuvimos ahí para vivirlos y contarlos... sobretodo en lo relacional que es lo que deja huellas. Nos llena el corazón! Poder dejar una marquita en el alma de alguien... un poquito de amor, una caricia...
Este año pude abrazar gente que realmente lo necesitaba, no hablo sólo del abrazo físico, sino abrazar con alguna palabra de aliento, de abrazar con el alma. De ayudar a sanar a alguien....
Una vez conversando con Fede (mi esposo) me dijo algo como que la gente no es auténtica, a lo que le respondí, yo creo que este año soy más auténtica que nunca. Desde que pasé por cosas puntuales decidí ser más yo... Sí, ser yo! Dios nos potencia de cualidades y virtudes únicas para que le demos uso. Y yo este año decidí adueñarme de lo que El me regaló. Y me sentí realmente libre... Por eso escribí sobre la mujer en el pozo cuando se encontró con Jesús, porque yo también me encontré en varios pozos y el más feo fue el de la comparación. Quería ser alguien quien no fuí llamada a ser (una mamá perfecta, una amiga perfecta, una esposa perfecta, una hija perfecta) pero Dios me dió la libertad de ser yo misma, con todito eso que el puso en mi tomé mi identidad en El y ahora soy una hija de Dios -madre, amiga, esposa, hija- y camino en Libertad!!!
Si habrá motivos para agradecer este año!!! Eso es sanidad en el alma... Es restauración... Y la palabra restauración en la Biblia tiene algo que me encanta, significa no solo volver al estado original, sino que la condición final SUPERA el estado original... De esto estoy hablando! De crecimiento! Por eso a Dios gracias por este año que pasó, porque sí hubo oscuridad pero El impartió Su Luz, porque hubo confrontación dónde El cambió mis pensamientos y porque sin duda ya no soy la misma de ayer. Feliz fin de año!!! Feliz comienzo de año y que en la primera página de este año que comienza empecemos a escribir lindas historias, hermosas melodías que entonen siempre con el cielo y dejemos que Dios y Su Esplendor nos siga sorprendiendo.
FELIZ y BENDECIDO 2020!! 
